¿Cómo afecta el tabaco a la cicatrización?
El principal efecto del tabaco sobre el tejido es la hipoxia, es decir, la reducción del oxígeno en los tejidos. El oxígeno es fundamental en la cicatrización. Hay que pensar que la cirugía es un traumatismo y cuando operamos, cortamos arterias y venas que hacen que el tejido tenga menos vascularización, o ésta tiene que llegar de zonas vecinas. Si además fumamos, comprometemos seriamente esta oxigenación.
En un experimento clásico, se estudió la oxigenación en el pulgar de voluntarios y se vió que con un solo cigarrillo, se necesitaban 10 minutos para volver a tener los valores normales previos a fumar.
La nicotina causa vasoconstricción (esto es, los vasos se contraen y vuelven más pequeños reduciendo el flujo de sangre), aumenta la adhesión plaquetaria y reduce los niveles de las células necesarias para las fases iniciales de la cicatrización. La acción perjudicial sobre los queratinocitos de la piel hace que se retrase la epitelización y favorece la aparición de infecciones quirúrgicas.
¿Qué problemas puede haber tras la operación si fumo?
El tabaco puede provocar problemas de dehiscencia de herida (la herida se abre) y de infección de herida. El tabaco provoca que haya menos células de la cicatrización (fibroblastos y queratinocitos) y que el colágeno sea más débil.
En Cirugía estética las complicaciones más frecuentes son hematoma y la infección quirúrgica, especialmente en procedimientos como abdominoplastia, dermolipèctomías, reducción de mamas y ginecomastia. Esto causa una alargamiento de la recuperación postoperatoria y cicatriz inestética. En una reducción de mamas puede hacer que la areola se pierda (necrose) parcial o totalmente.
No olvidemos además que la mayor parte de estas operaciones se hacen con anestesia general. Los bronquios de los fumadores son más reactivos y hay mayor secreción de moco. Cuanto más se fuma más riesgo de bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva, bronquiectasias… La tos del fumador tras la anestesia debido a la irritabilidad del bronquio aumenta además la posibilidad de hematoma (y si te has operado de abdominoplastia, más dolor en el abdomen debido a la tos).
¿Y el vapeo o cigarrillos electrónicos?
Pues están menos estudiados, pero como llevan nicotina pues se les aplica la misma norma.
¿Cuánto tiempo debo dejar de fumar antes de operarme?
No está demasiado claro cuál es el tiempo ideal antes de la cirugía en el que se ha de dejar de fumar. Pero los estudios realizados paracen mostrar que las complicaciones respiratorias y de infección de herida se reducen cuando se dejan al menos 4 semanas.
Muchos cirujanos recomiendan 2 semanas, pero no es concluyente que esto sea efectivo.
Por otra parte, nunca estamos completamente seguros que un paciente deje realmente de fumar. En un estudio publicado en el Plastic and Reconstructive Surgery journal, hasta un 50% de paciente confesaron que no pudieron de dejar de fumar completamente. Por supuesto que podemos hacer tests en orina para detectar metabolitos de la nicotina, pero casi nunca se hacen.
Al final, como siempre, es un tema de responsabilidad personal.
La operación de Cirugía Estética puede ser la excusa perfecta para dejar de fumar definitivamente. Le harás un gran favor a tu salud.
Dr. Jesús Benito Ruiz es el director médico y cofundador de Antiaging Group Barcelona, con más de 30 años de experiencia en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Licenciado con honores en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, se especializó en Cirugía Plástica en el Hospital “La Fe”. Ha sido presidente de la AECEP y vicepresidente de la SECPRE.
Reconocido por su innovación en técnicas quirúrgicas, el Dr. Benito Ruiz ha desarrollado procedimientos avanzados como el aumento mamario con grasa propia y el lifting facial sin cicatrices visibles. Es autor de numerosas publicaciones científicas y participa activamente en congresos internacionales. Entre sus premios destacan el Premio Gómez Ferrer Navarro de Cirugía y el Premio McGhan por sus avances en cirugía mamaria.