¿Por qué envejecemos? Una gran pregunta para un espacio como un blog, desde luego, pero…Primero vamos a definir qué es el envejecimiento desde un punto de vista biológico: consiste en cambios a nivel molecular y celular que se observan a lo largo del tiempo y que siempre tienen el mismo final. Eduard Punset decía en una de sus entrevistas que hasta que no se demuestre que él está muerto, el que vaya a morir no es cierto. En realidad la paradoja es un juego de palabras porque no existe ningún ser humano inmortal…¡de momento!
Los cambios que observamos son tanto a nivel mental como físico con una disminución de la capacidad, movilidad, comunicación e independencia y para más inri no todos los órganos y funciones envejecen a la misma velocidad. Lo primero que merma es nuestra capacidad respiratoria, agudeza visual y auditiva y el sistema inmunológico.
Básicamente podemos dividir las causas del envejecimiento en dos grandes grupos: causas de origen genético y por circunstancias no controlables ambientales.
Las causas de origen genético son por ejemplo la teoría de Hayflick que dice que todas las especies tienen un limite biológico preestablecido, la teoría de los telomeros donde con cada división celular vamos perdiendo la parte terminal de nuestros cromosomas, la teoría de la apoptosis que establece que hay una muerte ya programada para cada célula etc.
Dentro de las causas ambientales tenemos la mas famosa que es la teoría de los radicales libres pero también hay otras como la de de uso y desgaste, o la del desgaste hormonal o inmunológico.
Como siempre no hay una causa única sino que es la interacción de cada una de ellas lo que puede acelerar o enlentecer el envejecimiento. Hasta ahora se había dicho que la genética no la podemos modificar y que todas las intervenciones deben hacerse en los aspecto ambientales pero eso no es del todo cierto. Los genes son los que son pero lo que sí podemos modificar es como se expresan esos genes y esa es la «gracia» porque aquí hay mucho todavía por investigar.
En un análisis de evaluación antiaging, por ello, debemos explorar las dos vertientes: genes y hábitos (es decir factores ambientales como alimentación, ejercicio, tabaco, horarios, etc) como claves para retrasar el envecimiento; si no, es imposible dar una orientación y un diagnóstico correcto con las intervenciones que debemos recomendar a nivel de dieta, suplementación y vida sana.
Se inició en el campo de la Medicina y la Cirugía Estética en 1999, creando el grupo de Medicina Estética de Antiaging Group Barcelona en 2004, y responsable del área de Láser desde 2006.
Actualmente profesora del Máster de Medicina Estética y del Bienestar del IFMiL (Institut de formación Mèdica i Lideratge), con la colaboración de la Universitat de Barcelona y del COMB (Colegio Oficial de Médicos de Barcelona).
Participa en diferentes líneas de investigación y publicaciones científicas.