Compartimos aquí un extracto del artículo «Efectos de la cirugía plástica-estética y los tratamientos estéticos sobre la imagen corporal, la autoestima y las relaciones de pareja: implicaciones para la psicoterapia» que escribí junto con Luis Botella y Jesús Benito y que nos han publicado en la revista Apuntes de Psicología. Según nuestro primer estudio, después de la intervención de cirugía plástica-estética o tratamiento estético se producía un incremento en la valoración subjetiva de la imagen corporal, un aumento de consciencia de los aspectos relevantes del aspecto físico, un aumento en el mantenimiento de la forma física (los pacientes se centran más en estar en buena forma), se sentían más atractivos físicamente, y el cuidado por el aspecto físico no se vio afectado (ya cuidaban su aspecto físico antes de la intervención, como una actitud o rasgo de personalidad, no como algo transitorio). Por otro lado, las intervenciones y tratamientos contribuyeron a mejorar la autoestima en la dimension de imagen corporal, la mejora de la imagen corporal comporta mejor autoestima y mejor facilidad relacional.
Entre los pacientes que se someten a cirugía plástica-estética se da un patrón de (a) elevada importancia atribuida a la imagen corporal y (b) imagen corporal negativa general o específica. Si bien la cirugía consigue reducir los efectos de lo segundo, no parece afectar a lo primero. Este patrón tendría dos posibles lecturas. Una exclusivamente centrada en lo corporal: estos pacientes tienen problemas objetivos de imagen corporal y por eso se preocupan en exceso por su imagen. Otra exclusivamente psicológica: estos pacientes tienen un nivel de preocupación por lo físico tan elevado que por eso se encuentran defectos continuamente.
A nuestro juicio, y basándonos en nuestra experiencia clínica, ambas explicaciones son reduccionistas. Lo más probable es que nos encontremos ante un proceso circular y dialéctico en el que ambos fenómenos se retroalimentan: la preocupación por la corporalidad hace que la autoestima de estos pacientes dependa excesivamente de su imagen corporal y, a la vez, eso hace que se centren excesivamente en la evaluación constante de su imagen y de sus posibles “defectos”, lo cual los coloca en una serie de situaciones psicosociales en que la preocupación por la imagen aumenta cada vez más—todo ello sin olvidar que forman parte de una sociedad que valora la imagen como nunca antes en la historia.
En la medida en que esto sea así, la intervención psicoterapéutica en estos casos se hace doblemente necesaria. En primer lugar, debería orientarse a reconstruir el sentido de autoestima de los pacientes descentrándolo de lo corporal exclusivamente. En segundo lugar debería ayudarles a reevaluar su propia imagen corporal para hacerles conscientes de hasta qué punto puede estar siendo distorsionada por sus propios procesos cognitivos, emocionales y relacionales.
Las diferentes psicoterapias actuales que han demostrado su eficacia ofrecen múltiples herramientas y formas de intervención para conseguir ambas cosas. Por ejemplo, las terapias constructivistas han desarrollado técnicas específicas para reconstruir el sentido del self, tales como las intervenciones en la narrativa del paciente y las provenientes de la terapia de constructos personales (véase Botella y Feixas, 1998). Igualmente, las terapias cognitivas han propuesto desde sus inicios técnicas tales como la reestructuración cognitiva para reevaluar cogniciones distorsionadas y hacerse consciente de tales distorsiones. Ambos enfoques, junto con otros compatibles y complementarios, pueden resultar de gran utilidad en el abordaje terapéutico de tales casos.»
Referencia: «Efectos de la Cirugía Estética y los Tratamientos Estéticos sobre la Imagen Corporal, la Autoestima y las Relaciones de Pareja: Implicaciones para la Psicoterapia», E. Ribas, L. Botella, J. Benito en Apuntes de Psicología, 2010, Volumen 28, núm. 3, págs 457-472.

La Dra. Laura Salvador Miranda es socia fundadora de Antiaging Group Barcelona, con más de 25 años de experiencia en Medicina y Cirugía Estética. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, se especializó en Cirugía General en el Hospital Clínic de Barcelona. Desde 1999 se dedica exclusivamente a la Medicina Estética, liderando desde 2004 el grupo de Medicina Estética y dirigiendo el área de tratamientos láser avanzados desde 2006.
Actualmente es profesora del Máster de Medicina Estética y Bienestar del IFMiL (Universitat de Barcelona - COMB), participa activamente en investigaciones y publicaciones científicas, y es miembro de sociedades médicas como SEME, SELMQ, SETGRA y la Sección Colegial de Médicos de Estética del COMB.