Toda la información sobre el colágeno
Todos hablamos constantemente de la importancia del colágeno. En cremas cosméticas, suplementos nutricionales y en las consultas de medicina estéticas os ofrecemos tratamientos que estimulan la propia formación de colágeno como la Radiofrecuencia y Tratamientos con estimulantes del colágeno como el ácido poliláctico (Sculptra® o Lenisna®), la policarpolactona (Ellansé®) o la hidroxiapatita cálcica (Radiesse®).
¿Qué es el colágeno?¿Para qué sirve el colágeno?
El colágeno es una proteína de nuestro cuerpo cuya principal función es la mantener la estructura, formando largos cilindros fuera de las células. Se encuentra en mayor cantidad en huesos, articulaciones, cartílagos, tendones, dentina, cornea, y por supuesto, en la piel.
Tipos de colágeno
En el cuerpo humano existen diferentes tipos de colágeno, 13 tipos en concreto (I-XIII), Los tipos de colágeno más comunes son los que van del I al V, y en la piel se encuentra fundamentalmente el colágeno tipo I. El colágeno lo producen los fibroblastos, que son unas células especializadas, y necesitan vitamina C para su producción, de ahí la importancia de la vitamina C cuando hablamos de colágeno.
Colágeno tipo I
El colágeno tipo I de la piel aporta tensión y elasticidad, también encontramos en menor cantidad colágeno tipo III.
Colágeno tipo V
El colágeno tipo V forma pilares estructurales.
Colágeno tipo VII
Une la dermis y la epidermis.
Beneficios del colágeno
El organismo produce colágeno por sí solo, pero con la ayuda de una alimentación adecuada y rica en vitamina C, podemos echar una mano. Esto quiere decir que si en tu menú incluyes determinados alimentos, estarás favoreciendo no solo el mantenimiento de la proteína que tengas, sino su producción. Apunta en la lista del mercado: La mayoría de las verduras, soja (leche de soja también vale), pepinos, apio, cítricos (ricos en vitamina C), clara de huevo, carnes magras (pollo, pavo, pato), ajo, perejil, cebolla, plátano, té, coco, papaya, pescados azules, marisco, pimientos, tomate, remolacha, sandía, cerezas, fresas, frambuesas, verduras de hoja verde, cerveza y frutos secos como nueces, piñones, avellanas, anacardos, castañas, pistachos, semillas de calabaza, pipas de girasol o almendras. Pero, sobre todo, la fuente primordial es la gelatina de origen animal, es decir, de la médula ósea (si te gusta el tuétano de los huesos, este es tu momento, pero también los caldos de huesos, embutidos, callos…
Una opción lógica es pensar en la opción del colágeno hidrolizado comestible, con beneficios comprobados clínicamente.
La aparición de arrugas y flacidez debidas a la falta de colágeno es una de las consultas más frecuentes en las consultas de medicina estética. Es por ello por lo que tratamientos como la Radiofrecuencia tanto facial como corporal y los tratamientos con estimuladores de colágeno tiene tanto éxito. Sin embargo, no debemos olvidar que el colágeno es un proteína, por lo que la ingesta de proteína en la dieta y la vitamina C son fundamentales para tener un colágeno de calidad.
Se inició en el campo de la Medicina y la Cirugía Estética en 1999, creando el grupo de Medicina Estética de Antiaging Group Barcelona en 2004, y responsable del área de Láser desde 2006.
Actualmente profesora del Máster de Medicina Estética y del Bienestar del IFMiL (Institut de formación Mèdica i Lideratge), con la colaboración de la Universitat de Barcelona y del COMB (Colegio Oficial de Médicos de Barcelona).
Participa en diferentes líneas de investigación y publicaciones científicas.