Un porcentaje de pacientes operados de cirugía plástica-estética refiere pasar por un periodo de depresión tras la cirugía. La respuesta emocional varía en función de la cirugía realizada. Por ejemplo, es más frecuente en cirugías faciales que en cirugía de aumento de mama. De hecho, la mayor parte de pacientes operados de lifting facial pasan por una fase que podríamos denominar «depresión». En este tipo de cirugía el factor deteminante es que la cara no se puede ocultar como en otras operaciones.
Usualmente la cirugía facial es indolora, pero en la cara se produce una gran inflamación que sumado al hematoma potencial, determina una deformidad que puede ser impactante para el paciente. La imagen corporal sufre un cambio rápido al que no se está habituado, ni existen experiencias previas que nos puedan preparar para ello. Está claro que es un proceso normal y relativamente rápido en solucionarse, pero ocasiona inquietud y la reflexión de si en algún momento «mi cara volverá a estar como antes». Esto ocurre en los liftings, en la cirugía de nariz y en cualquier otra de aumento o reducción óseas de la cara. La depresión suele aparecer a partir de la primera semana: las personas asumen el estado inicial pero cuando empieza a resolverse la fase aguda, la cara todavia muestra signos de inflamación (edema) que irá desapareciendo de forma más lenta. A esto hay que añadir la sensibilidad diferente de la cara y el tacto especial de la piel, los cuales se van normalizando en el plazo de semanas e incluso meses. Los cirujanos sabemos que esto es normal y vemos al paciente de forma espaciada, con lo que somos capaces de evaluar los progresos de forma más objetiva. Pero para el paciente, que se ve cada día, la evolución no es tan evidente y es muy lenta. La fotografía en este sentido ayuda mucho para demostrar que todo va bien y según lo previsto y para ir viendo los cambios.
En otro tipos de procedimientos es el dolor y la impotencia funcional los que provocan el bajo estado anímico del paciente. Son operaciones en las que se produce cierta incapacidad en desplazamiento, caminar, trabajar debido que se requiere cierto reposo para asegurar la correcta cicatrización o por el dolor que produce.
Otro factor muy importante es el apoyo familiar. Esto es absolutamente determinante, ya lo dije aquí. Los pacientes cuya familia no entiende, apoya o en los peores casos, se opone frontalmente a la decisión de la persona a someterse a una cirugía plástica-estética son más proclives a sufrir una depresión, a ver las cosas de color negro y a pensar que el resultado y las expectativas no son las esperadas.
Es inevitable en un proceso postoperatorio tener dudas, pensar que las cosas van mal, arrepentirse de haber tomado la decisión de operarse. Al fin y al cabo es una experiencia totalmente nueva y sobre la que no se tiene control. Pero para poder afrontar adecuadamente una cirugía plástica estética y reducir el riesgo de la depresión o de un severo cambio de humor es fundamental desde mi punto de vista lo siguiente:
- Tener las expectativas adecuadas, tener confianza en el equipo médico elegido, tomar la decisión de operarse de forma personal y no coaccionado por familiares o amigos y estar seguro al máximo de querer hacerlo (fortaleza en la decisión).
- Escuchar adecuadamente al médico cuando explica cómo se produce el postoperatorio y hacer todas las preguntas necesarias. No quedarse con ninguna duda.
- Leer el consentimiento informado y preguntar al médico si hay dudas al respecto.
- Procurar tener el apoyo familiar adecuado (a veces esto no es posible y en esta caso la fuerza de voluntad es el factor determinante).
- Ser positivo y optimista. Ayuda sobremanera a la pronta y completa recuperación.
- Seguir las instrucciones del médico y clarificar cualquier duda (los cirujanos asumimos que tras la operación hay veces que la consulta es más para otorgar apoyo psicológico y seguridad sobre cómo va yendo la operación que para ver si la herida va bien).
- Entender que los procesos biológicos de reparación y cicatrización llevan tiempo y no entienden de prisas…
- Que cada persona responde de forma totalmente diferente, tanto física como psicológicamente.
- Si es posible contactar con otras personas que hayan pasado por lo mismo, teniendo en cuenta que cada experiencia es personal e intransferible, pero puede extrapolarse de una forma general. Para ellos están nuestros facebooks o el foro especializado en cirugía plástica-estética de enfemenino.com u otros. No tengas miedo ni tienes nada de lo que avergonzarte o esconder al optar por cirugía plástica-estética para mejorar alguna parte de tu cuerpo que no te gustaba.
Dr. Jesús Benito Ruiz es el director médico y cofundador de Antiaging Group Barcelona, con más de 30 años de experiencia en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Licenciado con honores en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, se especializó en Cirugía Plástica en el Hospital “La Fe”. Ha sido presidente de la AECEP y vicepresidente de la SECPRE.
Reconocido por su innovación en técnicas quirúrgicas, el Dr. Benito Ruiz ha desarrollado procedimientos avanzados como el aumento mamario con grasa propia y el lifting facial sin cicatrices visibles. Es autor de numerosas publicaciones científicas y participa activamente en congresos internacionales. Entre sus premios destacan el Premio Gómez Ferrer Navarro de Cirugía y el Premio McGhan por sus avances en cirugía mamaria.