Escribo esta nota justo después de haber leido el artículo de Devlin Hogans titulado «Plastic surgery: personal, not public decision». Me ha parecido entrever una «conversión» en esta persona respecto a las que se someten a cirugía plástica-estética, después de haberse sometido a una operación de miopia (Lasik). No es lo mismo pero ambas operaciones se caracterizan por algo en común: no son «necesarias», entendiendo por necesario en este caso un tratamiento curativo que es necesario para tu salud. Tanto él con el Lasik como muchas otras personas con la cirugía plástica-estética pueden seguir viviendo perfectamente sin necesidad de someterse a ello.
Pero resulta que los humanos somos imperfectos y nuestra calidad de vida se puede ver alterada porque tengamos un aspecto nuestro que no nos gusta. Y este complejo puede afectar a nuestra autoestima, imagen corporal e incluso nuestra vida social. Nosotros en Antiaging Group Barcelona hemos adoptado la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Nuestra compañera Emma Ribas está llevando a cabo su Tesis Doctoral sobre la imagen corporal y la cirugía plástica-estética y la principal conclusión es que las personas que se someten a un procedimiento estético para corregir algo que les preocupa mejoran su imagen corporal y autoestima y su relación social.Esto no quiere decir que todo el mundo tenga que someterse a la cirugía plástica-estética para ser feliz, pero si que si tienes algo que deseas mejorar, la operación repercute positivamente.
La actitud habitual por parte de familiares y amigos es de falta de comprensión y apoyo. Las causas son dos: la primera es que aceptamos plenamente a nuestros seres queridos con sus virtudes y defectos y la segunda, entroncada con la primera, que se tiene miedo de la operación y sobre todo de la anestesia y que les pueda pasar algo malo por culpa de un tratamiento que es elegido libremente por esa persona y no necesario para seguir viviendo. En la consulta siempre explicamos tanto al paciente como a sus familiares que hoy dia las intervenciones son muy seguras y el índice de complicaciones y problemas son muy bajos (en este sentido ver la guía realizada por el equipo de Anestesia de la Clínica Tres Torres). Es absolutamente normal y humano tener respeto hacia la operación y que no nos podamos despertar (es un arraigado sentimiento atávico ligado a las viejas historias que nos han ido contando desde que éramos pequeños). La cuestión es que si una persona supera sus miedos para someterse a una operación de cirugía plástica-estética es porque tiene la convicción de que se va a liberar de un viejo complejo y de que su calidad de vida va a ser mayor.
Por tanto y como dice el Sr. Hogans al final de su artículo, si una persona está valorando seriamente hacerse una operación de cirugía plástica-estética y te lo comenta (ya que eres su familiar o amigo al que tiene confianza) has de sentirte libre para aconsejarlo, pero no se ha de criticar el hecho una vez se ha intervenido. Esto último es muy importante. Existe un proceso inevitable tras la operación que es la cicatrización, y el aspecto que va a ofrecer el paciente no va a ser el ideal justo después de la misma (especialmente las que afectan a la cara). En las semanas siguientes a la intervención el aspecto de la zona operada va a ser mucho peor que antes, pero al cabo de un tiempo los cambios que el cirujano ha realizado en la anatomía de la zona serán visibles y es cuando se puede apreciar la mejoría. Este proceso puede durar entre 6 y 12 meses. Es fundamental que el paciente se vea apoyado y no se le someta a una crítica que abone las dudas. Es habitual que los pacientes nos comenten que una amiga o familiar le ha dicho eso de «Hija, pues no te veo ningún cambio» o «Estás peor que antes». Estos comentarios son sólo destructivos y no aportan ningún bien al paciente.
Así que sí, la decisión de someterse a una cirugía plástica-estética es personal y no pública, pero somos animales sociales así que damos mucha importancia a lo que los allegados piensan de nosotros… Seamos respetuosos con las decisiones y si estimas a la persona que se embarca en una operación de cirugía plástica-estética, apóyala lo máximo que puedas.
Dr. Jesús Benito Ruiz es el director médico y cofundador de Antiaging Group Barcelona, con más de 30 años de experiencia en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Licenciado con honores en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, se especializó en Cirugía Plástica en el Hospital “La Fe”. Ha sido presidente de la AECEP y vicepresidente de la SECPRE.
Reconocido por su innovación en técnicas quirúrgicas, el Dr. Benito Ruiz ha desarrollado procedimientos avanzados como el aumento mamario con grasa propia y el lifting facial sin cicatrices visibles. Es autor de numerosas publicaciones científicas y participa activamente en congresos internacionales. Entre sus premios destacan el Premio Gómez Ferrer Navarro de Cirugía y el Premio McGhan por sus avances en cirugía mamaria.