La operación de prótesis de mamas es la más frecuente en nuestro país y en todo el mundo. Es una operación bastante segura. Aun así, no esta exenta de problemas, la mayor parte de ellos a largo plazo. El hecho además de que se pongan tantos miles de implantes hace que las complicaciones sean relativamente frecuentes.
Se calcula que un 25% de las mujeres que se operan de aumento de pecho requerirán reintervención a los 10 añosEl primer mito a desmontar es que las prótesis se implantan “para siempre”. Es muy probable que se tengan que cambiar a largo plazo.
Ni los implantes de senos son para siempre ni hay que cambiarlos a los 10 años
La cara oculta de la cirugía low-cost
La cirugía de aumento de mamas es una cirugía con mucha oferta (cirujanos plásticos y no plásticos la realizan) y la preferida de los descuentos comerciales.
Este “boom” de los últimos años provoca un aumento de las reintervenciones en un plazo cercano a la operación. Hay que tener en cuenta que las clínicas de bajo coste suelen ser el campo de prácticas de cirujanos que están iniciando su andadura en la especialidad y bajo criterios economicistas que priman el número frente a los resultados. Es habitual ver problemas que están relacionados con una mala indicación quirúrgica.
Qué riesgos hay en una operación de aumento de senos
Algunos problemas son precoces y otros se producen a largo plazo (o pueden producirse).
La FDA (Food and Drug Administration) reporta en sus informes hasta un 30-40% de complicaciones a medio y largo plazo.
Este dato corresponde a todos los problemas acumulados. No significa que una paciente intervenida pueda tener un 30% de posibilidades de complicaciones.
Las complicaciones no se solucionan en clínicas low-cost
En cualquier caso una complicación requiere una operación que puede ser más compleja que la intervención inicial y el cirujano ha de tener más experiencia y recursos. Desde luego, no entra en el concepto “low cost”.
Nuestra experiencia en cirugía reparadora y en cirugía estética durante muchos años nos permite plasmar esta experiencia en la resolución de estos problemas de la cirugía plástica estética.
Aunque no son datos contrastados e investigados, sabemos que las pacientes con problemas acuden a cirujanos con más experiencia en clínicas cualificadas, mientras que el mayor número de aumentos de pecho se lleven a cabo en compañías, por temas de coste.
Hay que tener en cuenta que el riesgo de padecer problemas es bajo, pero no nulo.
Si una mujer se somete a una intervención de prótesis a los 25 años, aún tiene por delante 60 años de vida (al menos estadísticamente hablando). Así que uno de los problemas a los que (casi seguro) tendrá que enfrentarse es a la rotura o a la contractura capsular.
Riesgos durante la operación de aumento de pecho
El mayor riesgo es el sangrado. Ocurre en un 1% y suele estar asociado con un aumento de presión como en náuseas o vómitos o porque la paciente haga fuerza con el brazo (por ejemplo al levantarse de la cama del hospital). Se caracteriza por dolor acusado en la mama afectada y aumento de tamaño. En caso de que ocurra hay que volver al quirófano para revisar el bolsillo y coagular el vaso que sangra. Una vez solucionado no deja ninguna secuela estética.
Mucho más raro es el riesgo de neumotórax. Significa que se hace una punción en la pleura al llevar a cabo el bolsillo. Es muy infrecuente y se soluciona con un drenaje torácico.
Riesgos después de la operación de aumento de senos
Desplazamiento del implante de pecho
En el primer año después de la cirugía lo más significativo es el desplazamiento del implante. Esto quiere decir que quede más alto o bajo de lo que estaba al finalizar la intervención. Habitualmente se debe a la cicatrización de la capsula o bien al fenómeno de la mama dinámica en pacientes con prótesis submusculares.
También se ve en pacientes con prótesis excesivas para el contorno de la mama. Una buena elección del diámetro y volumen del implante reduce mucho la aparición de problemas.
Puede ser un problema difícil de resolver y requiere casi siempre una reintervención para ajustar el bolsillo, que se ha de individualizar según el caso.
Contractura capsular
Parece estar más relacionada con la contaminación de la superficie del implante (al fin y al cabo la mama es una glándula cutánea) o de liquido periprotésico (seromas). Otra causa es el hematoma, sangre que se queda alrededor del implante y acaba fibrosándose.
La contractura capsular requiere en muchos casos capsulectomía y cambio de implante.
Rotura de prótesis
Normalmente las roturas son intracapsulares, es decir, que el gel está dentro del bolsillo limitado por la cápsula periprotésica. Pero el gel puede migrar fuera de la cápsula del implante o a los ganglios (rotura extracapsular). En realidad desconocemos el índice real de roturas, porque sólo se operan las que se diagnostican. Las cifras de rotura a 10 años es de un 8% en nuestra experiencia.
En caso de rotura el tratamiento consiste en el recambio de las prótesis, con o sin capsulectomía.
Rippling
El “rippling” hace referencia a que el implante se “ve” a través de la piel, provocando unas ondulaciones en la misma. Si esto se produce en la parte interna de la mama es un problema estético importante.
Las causas principales de rippling son:
- Escasa cobertura por encima del implante (pacientes delgadas) y especialmente si llevan prótesis subglandulares o subfasciales (la colocación subfascial no está indicada si el grosor medido mediante el “pinch test” es menor de 1.5 cm).
- Se ha puesto un implante con unas dimensiones mayores que la base de la mama. En este último caso la mama no cubre al implante. El trasplante de tejido adiposo es una gran herramienta para tratar o prevenir este problema y cada vez combinamos más ambos procedimientos para conseguir volumen.
Como podemos evitar estas complicaciones del aumento de senos
Una indicación adecuada de la colocación del implante o llevar a cabo una serie de estrategias durante la cirugía reducen la posibilidad de complicaciones. Los avances técnicos en cuanto a materiales han permitido también reducir la incidencia de problemas.
Todo esto supone que el porcentaje de reintervenciones dentro del primer año es prácticamente nulo.
Sin embargo, las prótesis son dispositivos que se implantan para estar en el cuerpo durante muchos años. Por tanto es imposible predecir qué paciente tendrá una contractura capsular o una rotura a largo plazo.
Dr. Jesús Benito Ruiz es el director médico y cofundador de Antiaging Group Barcelona, con más de 30 años de experiencia en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Licenciado con honores en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, se especializó en Cirugía Plástica en el Hospital “La Fe”. Ha sido presidente de la AECEP y vicepresidente de la SECPRE.
Reconocido por su innovación en técnicas quirúrgicas, el Dr. Benito Ruiz ha desarrollado procedimientos avanzados como el aumento mamario con grasa propia y el lifting facial sin cicatrices visibles. Es autor de numerosas publicaciones científicas y participa activamente en congresos internacionales. Entre sus premios destacan el Premio Gómez Ferrer Navarro de Cirugía y el Premio McGhan por sus avances en cirugía mamaria.