Masajes postoperatorios del aumento de pecho
Una de las recomendaciones habituales tras un aumento de mamas es el famoso «masaje post-operatorio». Está tan difundido entre los profesionales y las pacientes que si recomiendas no hacerlo te miran como a un bicho raro.
El masaje post aumento de pecho nació para reducir la contractura capsular. La hipótesis de trabajo en la colocación submuscular era que el movimiento del implante debido al músculo reducía la incidencia de encapsulación. Por tanto se extrapoló al uso de masajes externos para reducir la producción de una cápsula dura. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de prótesis puestas en aquel momento eran lisas.
La introducción de las prótesis texturadas supuso una reducción de la incidencia de contractura capsular. La envoltura externa se sometía a un proceso de texturado (con diversos sistemas) de forma que fuera rugosa. Cuando se produce la cicatrización alrededor de una envoltura lisa, el colágeno se organiza ordenademente y de forma concéntrica alrededor del implante. Si hay una transformación de fibroblastos en miofibroblastos se produce la contractura capsular (literalmente la cicatriz constriñe al implante). En las prótesis de silicona rugosas, al ser una superficie irregular, el colágeno y los fibroblastos (las células responsables de la cicatrización y reparación de los tejidos) no se pueden alinear y organizar, por lo que no se puede ejercer una acción de constricción. Digamos que lo que hace el material es desorganizar la cicatriz de alrededor del implante. Si además la cubierta es de micropoliuretano el efecto es mayor.
Si masajeamos estamos produciendo un rozamiento, una fricción dentro del bolsillo creado de forma que la rugosidad no se puede adherir al tejido circundante. Lo que se busca con la textura es el efecto velcro. Si masajeamos se puede formar una capa de fibrina alrededor del implante (una segunda cápsula) que convierte el implante de rugoso a liso, o bien se puede formar líquido (seroma) alrededor del implante. En ambos casos la respuesta biológica puede ser de contractura capsular o en el caso de las prótesis anatómicas puede dar lugar a una rotación.
Precisamente en el 3rd Focus Symposium de Cirugía Plástica en Munich y dedicado exclusivamente a prótesis se recomendó evitar los masajes en las prótesis texturadas.
Conclusión: stop a los masajes (los terapéuticos, claro…) en aumentos de mama con prótesis de silicona rugosas.
Masajes postoperatorios del aumento de pecho
Una de las recomendaciones habituales tras un aumento de mamas es el famoso «masaje post-operatorio». Está tan difundido entre los profesionales y las pacientes que si recomiendas no hacerlo te miran como a un bicho raro.
El masaje tras el aumento de pecho nació para reducir la contractura capsular. La hipótesis de trabajo en la colocación submuscular era que el movimiento del implante debido al músculo reducía la incidencia de encapsulación. Por tanto se extrapoló al uso de masajes externos para reducir la producción de una cápsula dura. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de prótesis puestas en aquel momento eran lisas.
La introducción de las prótesis texturadas supuso una reducción de la incidencia de contractura capsular. La envoltura externa se sometía a un proceso de texturado (con diversos sistemas) de forma que fuera rugosa. Cuando se produce la cicatrización alrededor de una envoltura lisa, el colágeno se organiza ordenademente y de forma concéntrica alrededor del implante. Si hay una transformación de fibroblastos en miofibroblastos se produce la contractura capsular (literalmente la cicatriz constriñe al implante). En las prótesis de silicona rugosas, al ser una superficie irregular, el colágeno y los fibroblastos (las células responsables de la cicatrización y reparación de los tejidos) no se pueden alinear y organizar, por lo que no se puede ejercer una acción de constricción. Digamos que lo que hace el material es desorganizar la cicatriz de alrededor del implante. Si además la cubierta es de micropoliuretano el efecto es mayor.
Si masajeamos estamos produciendo un rozamiento, una fricción dentro del bolsillo creado de forma que la rugosidad no se puede adherir al tejido circundante. Lo que se busca con la textura es el efecto velcro. Si masajeamos se puede formar una capa de fibrina alrededor del implante (una segunda cápsula) que convierte el implante de rugoso a liso, o bien se puede formar líquido (seroma) alrededor del implante. En ambos casos la respuesta biológica puede ser de contractura capsular o en el caso de las prótesis anatómicas puede dar lugar a una rotación.
Precisamente en el 3rd Focus Symposium de Cirugía Plástica en Munich y dedicado exclusivamente a prótesis se recomendó evitar los masajes en las prótesis texturadas.
Conclusión: stop a los masajes (los terapéuticos, claro…) en aumentos de mama con prótesis de silicona rugosas.
Dr. Jesús Benito Ruiz es el director médico y cofundador de Antiaging Group Barcelona, con más de 30 años de experiencia en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Licenciado con honores en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, se especializó en Cirugía Plástica en el Hospital “La Fe”. Ha sido presidente de la AECEP y vicepresidente de la SECPRE.
Reconocido por su innovación en técnicas quirúrgicas, el Dr. Benito Ruiz ha desarrollado procedimientos avanzados como el aumento mamario con grasa propia y el lifting facial sin cicatrices visibles. Es autor de numerosas publicaciones científicas y participa activamente en congresos internacionales. Entre sus premios destacan el Premio Gómez Ferrer Navarro de Cirugía y el Premio McGhan por sus avances en cirugía mamaria.