Tratamientos para la flacidez de glúteos y piernas

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Flacidez de las piernas. Flacidez de glúteos

La flacidez en los glúteos y zona superior de las piernas es uno de los grandes desafíos al que nos enfrentamos en cirugía plástica-estética. En esta guía médica actualizada sobre los tratamientos para la flacidez de glúteos y piernas, conocerás un poco más sobre la anatomía específica de estas zonas, los desafíos que plantea y los tratamientos médicos contrastados que se aplican para combatir o eliminar la flacidez de glúteos y piernas.

La disposición anatómica de la nalga hace que sea particularmente complicado tratar esta zona con buenos resultados y, desgraciadamente, con pocas cicatrices. No solo debemos tener en cuenta factores anatómicos, como el peso y el tono de la musculatura y de la piel, sino también otros como la celulitis, la retención de líquidos, el sobrepeso, los factores hormonales y genéticos… todo ello influye en la fisonomía de la zona de las nalgas y las piernas.

Hay algo que no tiene vuelta de hoja en esta zona y es la ley de la gravedad. La bipedestación obligó a desarrollar la musculatura de la nalga y situar los tejidos blandos en posición vertical… el resto es imaginable.
Evidentemente, si la piel tiene una textura adecuada, no hay exceso de tejido adiposo y la musculatura tiene un buen tono, la nalga mantiene un aspecto estético excelente. Lo podemos ver en modelos y en profesionales deportistas.
Pero el sedentarismo, la retención de líquidos, los cambios de peso o los embarazos dan lugar a cambios en la elasticidad de la piel, a un aumento del tejido adiposo y, finalmente, a la caída de los tejidos. Las oscilaciones grandes de peso contribuyen en gran medida a la pérdida de tono de la piel, ya que esta sobrepasa su capacidad elástica (resistencia a la expansión) cuando el tejido adiposo aumenta y, al adelgazar, la retracción de la piel no es suficiente. En este contexto también aparecen estrías.

La anatomía del glúteo

Los glúteos mayor, mediano y menor son los músculos más importantes de esta zona. Van desde la región del sacro y del hueso íleon (el más grande de la pelvis) en dirección a la parte superior del fémur

La función de estos músculos es indispensable en nuestro día a día. Nos permiten actividades fundamentales como caminar, mover la cadera o agacharnos, pero también son imprescindibles para mantener la estabilidad de la columna vertebral y de la pelvis.

De mayor a menor tamaño, el glúteo mayor es muy fuerte, grande y potente. Su función más importante es la de extender la cadera y también la de rotarla. Además, permite que la pelvis se mantenga estable.

El glúteo medio interviene en la separación de la cadera (abducción) y da estabilidad a la pelvis ante determinados movimientos, como cuando levantamos el pie para dar un paso adelante. También ayuda en la flexión y rotación interna de la cadera, y en la extensión y rotación externa de la misma.

Por último, el glúteo menor tiene menos fuerza, y también ayuda a separar la cadera, igual que el glúteo medio, aunque en este caso con menos potencia.

La anatomía de las piernas

En general, los músculos de las piernas son largos y fuertes, y nos permiten algo tan básico como caminar, sentarnos, mantenernos en pie… Vemos aquí los principales.

En el muslo se encuentra uno de los músculos más fuertes del cuerpo, el cuádriceps, en realidad formado por cuatro músculos (de ahí su nombre: Vasto medial, Vasto lateral, Vasto intermedio y Recto anterior). Se insertan en la tibia y se originan en el fémur.

En la parte posterior del muslo están los isquiotibiales, de nuevo un grupo de cuatro músculos (bíceps femoral de cabeza larga, bíceps femoral de cabeza corta, semitendinoso y semimembranoso). Se extienden desde la pelvis hasta la tibia y el peroné. Su función principal es la extensión de cadera, que nos permite mantenernos en la postura cervical e impulsarnos hacia delante al saltar o correr. También permiten flexionar la rodilla.

Además, en la parte interna de los muslos se encuentran los aductores, que nacen en el pubis y se prolongan hasta el fémur, y que permiten el movimiento de cerrar las piernas. Al contrario que sus antagonistas, que son los abductores y que, en su caso, permiten el movimiento de apertura de las extremidades.

Por último, el músculo más importante de las pantorrillas es el gemelo. Va desde la parte posterior de la rodilla hasta el tendón de Aquiles. Permite la flexión del tobillo y el talón al caminar, así como la flexión de la rodilla.

Celulitis y flacidez en piernas y glúteos

Uno de los problemas de la zona de los glúteos y los muslos es la flacidez de los tejidos. Un factor importantísimo que conocemos de sobra es la dieta. Una alimentación demasiado calórica provocará una acumulación de grasa en la zona.

Sin embargo, una dieta inadecuada no es la única causa. Las hormonas, por ejemplo también influyen. La acción de determinadas de ellas producen ciertas diferencias de distribución de la grasa. Ese es el motivo por el que en las mujeres se acumula más tejido adiposo en ciertas zonas, como es el caso de los glúteos.

La herencia genética también cumple un papel determinante en la forma de las nalgas y los muslos. Existen ciertas situaciones donde se produce una distribución anormal, no homogénea, de la grasa, de forma que la mitad del cuerpo superior es delgada y la mitad inferior es muy gruesa (como en el síndrome de Barraquer-Simons o lipodistrofia parcial adquirida) o en acúmulos de grasa patológicos (en grandes cantidades) en esta zona (lo que se conoce como esteatopigia).

Además hay situaciones adquiridas en las que la distribución de grasa también es anormal como en ciertas anomalías hormonales (de hormonas sexuales o de corticoides) o por medicamentos (como en la lipodistrofia por tratamiento con retrovirales en pacientes con VIH). Por tanto, por mucho que pongamos de nuestra parte, lo cierto es que hay veces que no es posible solucionar estas deformidades de las nalgas y las caderas sin tener que optar a la cirugía, de la que hablaremos más adelante.

¿Qué tratamientos sin cirugía hay para los glúteos flácidos?

Si el problema de la flacidez de los glúteos te preocupa, pero no quieres tomar la decisión de someterte a una cirugía (al menos no por el momento), hay tres aspectos que puedes tener en cuenta a la hora de mejorar los glúteos. Estos son cuidar la dieta, practicar ejercicios y someterte a tratamientos estéticos que consiguen mejorar la zona.

1. Dieta para adelgazar glúteos y muslos

Respecto a la dieta, en realidad es la misma que para cualquier proceso de adelgazamiento. No hay unos alimentos especiales que comer o descartar si se desea mejorar la zona de glúteos y piernas. Come siempre de forma equilibrada, poniendo cuidado de que tu alimentación, aunque sea en el marco de un plan de adelgazamiento, contenga todos los nutrientes necesarios para ser saludable. Incorpora alimentos ricos en fibra, como vegetales, frutas y cereales integrales, que aportan diversidad de nutrientes y benefician el tránsito intestinal. Consume preferentemente carnes blancas y pescado en vez de carnes rojas.

2. Ejercicio para los glúteos caídos

El ejercicio aeróbico es fundamental para quemar la grasa sobrante y ayudar a moldear la zona. Aun así, puede ser que haya zonas que no disminuyan debido al componente hormonal y genético.

Además, para mejorar el contorno de unos glúteos con aspecto caído, los ejercicios del miembro inferior (correr, bicicleta) así como potenciación muscular ayudan a modelar la nalga al aumentar el tono y grosor del músculo glúteo mayor. Con ellos se consigue dar un mayor volumen en la parte superior del glúteo y ayuda a tensar la parte inferior del glúteo.

3. Tratamientos médico-estéticos para las nalgas flácidas

Junto a una dieta equilibrada y una actividad física cotidiana que contribuya a tonificar la zona de los glúteos, los tratamientos de medicina estética ayudan a mejorar la estética de las nalgas flácidas, con resultados muy efectivos. Entre ellos se encuentran la radiofrecuencia, la ultracavitación o la intralipoterapia, que explicamos a continuación.

3.1 Radiofrecuencia en los glúteos

Esta tecnología no invasiva es muy efectiva en el tratamiento de la celulitis de las nalgas. Las ondas electromagnéticas calientan la dermis, de forma que ayudan a la formación de colágeno nuevo (junto con la elastina, es el “andamio” que mantiene firme la piel) y esto tiene un efecto tensor que mejora el contorno y la textura de la piel, especialmente a nivel de la nalga y en la zona subglútea, entre la nalga y el muslo. Se requieren seis a ocho sesiones, una por mes.

La radiofrecuencia no es eficaz frente a la flacidez que origina lo que llamamos ptosis (nalga descolgada). Pero sí elimina la flacidez que causa la celulitis y los hoyuelos que aparecen en la nalga. También se utiliza como complemento en el tratamiento de la banana subglútea.

3.2 Intralipoterapiaen  los glúteos

La intralipoterapia es, como decimos, otro de los procedimientos efectivos para eliminar la grasa sin cirugía. Consiste en infiltrar en la zona, en este caso las nalgas, un ácido lipolítico (desoxicolato de sodio), que consigue destruir la grasa de forma no invasiva.  A continuación (tras esperar solo unos minutos) se procede a la ultracavitación, que supone la aplicación de ultrasonidos en la zona a tratar, durante unos 15 ó 30 minutos. La tecnología es totalmente indolora (quizá se note algo de calor) y complementa el efecto de la intralipoterapia.

3.3. Glúteos con mesoterapia

La mesoterapia es un tratamiento de medicina estética con muchas aplicaciones que consiste, en el caso que nos ocupa, en inyectar en la piel pequeñas cantidades de sustancias lipolíticas que consiguen actuar en las zonas donde se ha acumulado la grasa, reduciendo el volumen y reafirmando la piel flácida, en este caso de las nalgas, pero también de otras zonas como las piernas, las cartucheras o el abdomen.

Relleno de glúteos con ácido hialurónico

El relleno de glúteos con ácido hialurónico es un procedimiento en el que en se necesita mucho volumen de material para el relleno, por lo que el coste es alto en comparación con el beneficio conseguido. Los resultados no son duraderos.

Además, hemos comprobado que al infiltrar ácido hialurónico en los glúteos existe una migración del material y un desplazamiento hacia los muslos.

Por todo ello consideramos mucho más efectivas, seguras y duraderas otras alternativas para el aumento de glúteos, como puede ser la implantación de prótesis.

Más allá del ácido hialurónico y antes de continuar, queremos añadir otra advertencia muy importante en cuanto a relleno de glúteos: no se deben realizar aumentos con inyección de silicona líquida. No es lo mismo la prótesis, que se puede extraer en caso de complicación o por deseo del paciente, que la silicona líquida, que infiltra todos los tejidos, tiene un elevado índice de complicaciones y es imposible de extraer. Nosotros jamás usamos ese procedimiento en nuestra clínica.

¿Qué puede hacer la cirugía para la flacidez de glúteos?

Dermolipectomía

La técnica que sirve para levantar las nalgas y reducir la flacidez, tanto lateral como en la parte baja de los glúteos (la que realmente cuelga) es la dermolipectomía lumboglútea o en cinturón. Consiste en la reducción del exceso de piel y grasa redundante debido a la expansión masiva de los tejidos y la pérdida de elasticidad.

Como es una cirugía, quedará una cicatriz, pero se emplaza en la parte más baja de la zona lumbar y sacro, subiendo desde coxis a la parte posterior de las crestas ilíacas. Es modificable en función del estilo de ropa interior que se lleve. La cicatriz es sin embargo bastante larga, muy similar a la de abdominoplastia pero en la parte posterior.

Cuando se practica esta intervención, además se puede usar la grasa y la piel sobrante para dar volumen y relleno a la nalga, haciéndola más curva (hay que tener en cuenta que, al subir los tejidos, tienden a aplanarse por la tensión que ejercemos). El efecto de este lifting también afecta algo al muslo, pero mucho menos del que podemos ver si lo hacemos con la mano.

En realidad para el muslo hay que hacer otro tipo de dermolipectomías que dejan las cicatrices en la cara interna de los mismos.

Para indicar una cirugía para la flacidez de los glúteos hay que sopesar mucho entre el resultado que se puede conseguir y la cicatriz resultante. Y es fundamental tener un peso estable durante varios meses antes de acometerla.

Lipotransferencia de glúteos

La lipotransferencia de glúteos es una técnica quirúrgica en la que se utiliza la grasa extraída del propio paciente para infiltrarla de nuevo remodelar la zona que se quiere mejorar, en este caso los glúteos.
En primer lugar se hace una liposucción de las áreas del cuerpo donde hay más cantidad de grasa (por ejemplo abdomen y cartucheras). Esa grasa se procesa en el mismo quirófano, mediante centrifugación o filtración, para eliminar la sangre, el suero y las células no viables. A continuación, la grasa obtenida vuelve a inyectarse para modelar la zona. Normalmente se infiltra especialmente en la zona lateral de las nalgas para dar más volumen y más curva en esa zona, y a su vez se infiltra en la zona central para dar más proyección. Nunca se debe inyectar en los músculos, ya que la infiltración muscular se ha asociado a problemas serios y graves, por lo tanto sólo se debe de inyectar en el tejido subcutáneo.

Esta técnica también es efectiva para mejorar el resultado de la cirugía de glúteos, porque las prótesis rellenan muy bien las dos terceras partes superiores de las nalgas, pero no la inferior, sobre todo en las mujeres.

Aumento de glúteos con implantes

Este tipo de cirugía, muy frecuente en ciertas regiones de Latinoamérica, está en creciente demanda en Europa, debido al cambio de patrones estéticos y la imagen de mujer con curvas que triunfa en las redes sociales, frente a otros cuerpos muy delgados y sin curvas que eran la tendencia dos décadas atrás.

Se trata de un tipo de cirugía plástica en la que se consigue un aumento de nalgas gracias a implantes, al igual que se hace con el pecho, aunque las prótesis son un poco diferentes. Aunque también están hechas de gel de silicona cohesivo (no se desparramaría en el caso de romperse), su forma puede ser ovaladas o redondas, pero no planas y tienen aún más resistencia de las que se utilizan en las mamas.

Esto permite que la zona soporte sin problemas las fuerzas que provienen del uso del músculo más grande, el glúteo mayor (andar, correr, saltar), y de la sedestación (estar sentado).

La prótesis se sitúa bajo el músculo del glúteo mayor, de forma que no se aprecia externamente y sería un error ponerlas subcutáneas. La incisión de la intervención se realiza en el pliegue entre ambas nalgas, lo más bajo posible para que quede oculta. La operación se lleva a cabo con anestesia general para que el músculo quede relajado y se puedan introducir los implantes fácilmente. No se suelen poner drenajes.

En la actualidad, existen dos formas de prótesis para glúteos, ovaladas y redondas. La forma se elige en función de la anatomía de la nalga y de lo que queramos obtener. En la mayor parte de mujeres preferimos las redondas, porque dan más proyección y redondean las curvas. En pacientes con nalgas planas o algo caídas es mejor poner las ovales, para evitar una imagen de doble contorno o un resultado demasiado redondeado y artificial.

Glúteos, antes y después

Los resultados de la intervención de aumento de glúteos son espectaculares. En ocasiones, para lograr aún un mejor efecto, el uso del implante se asocia a otras intervenciones como la liposucción y el “lipofilling, para conseguir la proporción de lo que se consideren las nalgas perfectas. Los resultados en estos casos son espectaculares, como se puede apreciar en las fotos del a

Causas de los muslos flácidos

La flacidez de los muslos supone la pérdida de firmeza y consistencia de la piel y el tejido muscular, de modo que parece que “cuelga” en lugar de estar tensa.

La causa principal de la flacidez de piel de los muslos es el envejecimiento. Al cumplir años se ralentiza la producción de colágeno y elastina, elementos responsable del buen tono de la piel. En las mujeres, este enlentecimiento en la formación de estas sustancias es especialmente acusada a partir de la menopausia, mientras que en los hombres se trata de un proceso más progresivo (no en vano, su piel es más gruesa).

Por su parte, la principal causa de la flacidez del tejido muscular de los muslos se debe a la falta de ejercicio físico y al sedentarismo.

Hay otra serie de factores que pueden influir en una aceleración de la flacidez de los muslos, entre ellos los cambios bruscos de peso, el fotoenvejecimiento y, en el caso de las mujeres, los embarazos.

¿Qué hacer con los muslos flácidos?

Los buenos hábitos de vida son fundamentales para evitar una aparición temprana de flacidez en los muslos. Es fundamental llevar una alimentación saludable, hidratarse adecuadamente y evitar esas dietas drásticas que hacen perder mucho peso en periodos cortos de tiempo. También descartar el tabaco, que impide una correcta oxigenación de los tejidos.

Por otra parte, la práctica de ejercicio físico es fundamental, y es conveniente incluir en la rutina de entrenamiento algunos ejercicios específicos de piernas como las sentadillas, el lounge o zancada.

Tratamientos para endurecer los muslos flácidos

Hay muchos tratamientos disponibles para corregir la flacidez de los muslos y todos ellos están dirigidos a potenciar la formación de colágeno, lo que mejora la tensión de la piel.

Entre los tratamientos disponibles encontramos de nuevo la radiofrecuencia y los ultrasonidos focalizados, los hilos tensores o la mesoterapia, de los que hablamos más arriba porque también se aplican a los glúteos.

Cirugía para la flacidez de los muslos

Por último, también existen técnicas quirúrgicas para la flacidez en los muslos, como es un lifting o estiramiento, que elimina el exceso de piel y grasa de la parte externa o interna de los muslos. En ocasiones puede necesitar completarse con una liposucción.

El estiramiento de muslos está indicado cuando hay una gran cantidad de piel sobrante, tras una pérdida de peso importante o después de una cirugía bariátrica.

En nuestra clínica de cirugía plástica y medicina estética en Barcelona quedamos a tu disposición para analizar tu caso, dar un diagnóstico y proponerte el tratamiento indicado.

doctora laura salvador miranda 02

Se inició en el campo de la Medicina y la Cirugía Estética en 1999, creando el grupo de Medicina Estética de Antiaging Group Barcelona en 2004, y responsable del área de Láser desde 2006.

Actualmente profesora del Máster de Medicina Estética y del Bienestar del IFMiL (Institut de formación Mèdica i Lideratge), con la colaboración de la Universitat de Barcelona y del COMB (Colegio Oficial de Médicos de Barcelona).

Participa en diferentes líneas de investigación y publicaciones científicas.

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Abdominoplastia

Consiste en la eliminación del exceso de grasa y piel del abdomen medio y bajo, además de la reparación y tensado de los músculos abdominales. Esto permite obtener un vientre más plano y firme, además de una cintura mejor moldeada, teniendo en cuenta las características del cuerpo masculino y femenino.

Lipectomias y cirugía postbariátrica

Vonsiste en la reducción del exceso de piel y grasa redundante debido a la expansión masiva de los tejidos y la pérdida de elasticidad.

Liposucción para la remodelación del contorno corporal

Remodelación del contorno corporal usando la liposucción, un procedimiento quirúrgico que destruye los depósitos de grasa instalados en determinadas áreas del cuerpo, incluyendo cara y cuello, brazos, tronco, abdomen, nalgas, caderas y muslos, rodillas, pantorrillas y tobillos.